martes, 15 de junio de 2010

...de discursos, ponencias y otras ocurrencias!

-Aunque dificil y muy emotivo, tuve a mi cargo dar el discurso de agradecimiento en la graduación de !Ya sé leer! de mi hija de 6 años. Muchos sentimientos de afecto y gratitud hacia una institución que nos ayudó y contribuyó tanto a toda una comunidad y a nosotros en especial como familia.

Muy buenas tardes comunidad exploradora.
Estimada Directora Académica Johanna Elías, profesoras y profesores, padres, graduados, familiares y amigos presentes que nos honran con su asistencia esta tarde. Muchas gracias por acompañarnos.
Es un honor en esta ocasión poder representar a esta comunidad de padres para expresar nuestro más profundo sentimiento de gratitud hacia esta institución y hacia el equipo que la conforma.

¡Hoy celebramos nuestra primera graduación de “Ya sé leer”!
Nuestros hijos e hijas cierran hoy un ciclo de sus vidas que representa la evolución y la continuidad de esta primera experiencia académica, que es la etapa inicial. Como niños grandes emprenderán nuevos caminos y enfrentaran nuevos desafíos que serán parte fundamental en el diseño de su futuro. Un mañana que empieza a escribirse hoy.
Pero verdaderamente nunca imaginamos que este momento llegaría tan pronto. No lo imaginamos cuando ese primer día de clases, con el corazón de madre embestido por esa desgarradora sensación de dolor que provoca la separación; fuimos testigos de ese primer paso de independencia de nuestros hijos. Una independencia que hoy ofrece sus frutos y que nos señala que el esfuerzo no ha sido en vano.
Tampoco estimamos nunca encontrar a lo largo de cada año escolar, profesoras de una responsabilidad incuestionable. Mujeres de vocación y entrega incomparables, que cada día dieron de si, de su apoyo y cariño; llegando muchas veces a traspasar el rol académico y encarnar íntegramente el papel de verdaderas “TIAS”; siendo pilares para el buen desempeño de nuestros chiquitos, dentro y fuera del aula.

“Gracias infinitas por ser parte de nuestra historia”.
Gracias también a un equipo de planta que con sonrisas diáfanas, desde sus quehaceres de limpieza o administración, ofrecían siempre una calurosa bienvenida llamando a cada alumno por su nombre; haciéndoles sentir que la escuela es ciertamente una extensión del hogar. Y qué decir de un Richard; nuestro querido portero que la costumbre convirtió en familia, y hasta el día más gris lo ilumina con una sonrisa pura y un enérgico: Buenos Días!

Es oportuno también, como padres de familia, dar las gracias a Dios ante todo, por el privilegio y el honor de haber contado con una mujer que más que educadora se convirtió en hermana, en una amiga y orientadora. Una madre que con los brazos cargados de amor, ternura y una paz infinita capaz de doblegar al más agitado de los corazones; educó con entrega y sin distinción a cada uno de nuestros tesoros.
Gracias Johanna por hacer tuya esta misión, por ayudarnos a navegar y llevarnos a puerto seguro; por ayudarnos en esta profesión de padres, profesión que sabemos te recompensa más que a nadie. Gracias por que aunque mañana ya no estén en tus aulas, siempre serán tus hijos y ustedes siempre serán nuestra familia.
Es difícil decir adiós a una institución que significó tanto, que aportó tanto. Por eso quiero para finalizar, aprovechar la oportunidad para agradecer públicamente a todos y cada uno de los integrantes de esta comunidad de padres y docentes de EXPLORADORES. Gracias por la entrega sin precedentes, por la mano ciega que tendió su ayuda. A esas familias que se vistieron de solidaridad e hicieron suya nuestra causa y nos ayudaron a atravesar nuestro momento más oscuro. En el nombre nuestro y muy especial en nombre de Alejandra, MUCHAS GRACIAS!

By Raquel Cabrera.
Junio 11 , 2010

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