viernes, 4 de diciembre de 2009

Del baúl de los cuentos, de los sueños y la fantasía.




Entre tantas hojas, trazos y garabatos; una de las tantas cosas en la que incursioné dentro de la literatura, fue en escribir cuentos. Debo decir que este estilo no llegó a cuajar en mi carácter de escritora, pero al menos hice el intento. Y ese intento, aunque no es lo que yo hubiese esperado como ¨Opera Prima¨, se me fue encomiado a realizar para ser leido un dia de padres en el jardin donde mi hija Paula asistía cuando apenas tenia 6 años. EL cuento fue leido, y creo que mi mejor público fueron los niños. A ellos les gustó, pero al final; decidi cerrar esa puerta. No sé ; tal vez algún día la creatividad empiece a fluir.


“La radio que no podía cantar”

En las afueras de un pueblo, muy lejos de aquí, vivía un hombre solo, amargado y refunfuñón llamado Orestes. El anciano tenía una hija que se había marchado a estudiar a la ciudad y vivía en casa de una tía. Muy pocas veces volvía al pueblo a su padre visitar.

El anciano, entre tanto, día por día, se sentaba en su sala al lado de su viejo radio a escuchar las noticias, seguidas del partido de béisbol; esa era su única distracción.
Cada día a las doce (12) en punto, justo antes de su almuerzo, encendía el aparato casi tan viejo como él, y repetía una tras otra las palabras del narrador, como tratando de entablar una conversación.

Pasado el otoño, el anciano recibió una inesperada sorpresa. Su hija había llegado a casa para navidad. Estaba totalmente abrumado y no sabia como reaccionar; pero su hija como conocía bien a su padre, solo le saludó afectuosamente y un regalo le entregó diciéndole: Buscaba un buen regalo para ti, y no sabia que escoger; pero de pronto recordé lo mucho que te gusta escuchar tus partidos de béisbol, entonces una nueva radio te compré!-
Orestes abrió rápidamente la caja, y con manos nerviosas y sonrisa medio pintada vió el aparato. Era de un color brillante, con muchas luces, usaba baterías y corriente y sonaba muy, muy fuerte. Y la hija continuo:-Sí, definitivamente fue lo mejor!, ni siquiera pensaba que esta radio anticuada pudiera funcionar!

El viejo no dijo nada pues tenia vergüenza de que su hija le criticara y solo, en voz muy baja replicó:- Já!, si es que casi ni la uso. Y para agradarla le dijo: ! Mejor me desharé de ella!
Tomó la vieja radio y se propuso llevarla a un estante abandonado que tenia en la parte trasera de la casa. Mientras sujetaba el aparato, miraba hacia el suelo, sorprendido del gesto de su hija, cuando escuchó muy claramente.
-¿Ahora me vas a tirar?
- ¿Disculpa, me hablas a mi?, preguntó el anciano.
- ¡Si!, ¿ahora ya no te sirvo?
-Pero no es que no me sirvas, dijo el anciano; es que sabes que mi hija casi nunca viene a verme y quiero darle gusto. Tal vez, si de ahora en adelante pongo música agradable, ella quiera estar en casa más tiempo; y mientras mas vuelva, un día podría quedarse, ¿!no crees tu!?
-¡Pero si a ti no te gusta escuchar música, solo amas el béisbol!
-Lo sé, pero no quiero estar solo de nuevo. Dijo el anciano con voz afligida.
-Pero si nunca lo has estado. Dijo el radio. Y continuó:
-ya no te acuerdas de las veces que te narré cada evento, cada vez que te arrullé con mi suave voz mientras te dormías escuchando el partido, o de todas las veces que te apoyé cuando te enojabas por que tu equipo preferido perdía la temporada.

El anciano, aparentemente furioso, le dijo:
- ¡Bueno basta! Con razón la gente del pueblo dice que estoy loco!, hablando con la radio!, Válgame Dios!
Dejó la vieja radio en el estante abandonado y entró a la casa, colocó el nuevo equipo en la sala y se dispuso a almorzar con su hija. Al cabo de unos días, limpiando la estancia, la hija de Orestes escucha una música, pero no puede adivinar de donde viene.
-Papa! , exclama la hija. ¿Hay algún vecino nuevo que no conozca por aquí?
-No, ¿por que lo preguntas?, respondió el padre desde adentro.
-No, por nada. Dijo la hija.

Al día siguiente, mientras el viejo alimentaba sus gallinas, escuchó una música y se extrañó por que no dejó la nueva radio encendida y le preguntó a su hija:
-¿Encendiste la radio?
-No. ¿Por que?, pregunto a su padre.
-Es que escucho una melodía, pero no se de donde proviene.
-Si. Ayer me pasó igual, pero no pude descubrir lo que era.

Al caminar por la parte trasera el anciano vió el viejo radio encendido y dijo:
-¡Válgame Dios!, si te he dejado funcionando todo este tiempo. Y la radio contestó:
-No!, ¡me dejaste muy bien apagada!
-¿Y como te has encendido solo?, y ¿Qué es lo que estas tocando? Nunca pudiste recibir otra emisora que no fuera la de deportes.
-Te equivocas. Dijo la radio. ¡Siempre he podido cantar! Solo que tú nunca te preocupaste por que yo cantara y aquí afuera recibo muchas más emisoras. ¡Ves! Ahora ya puedo cantar, y ya no quiero más partidos, ni deportes. Prefiero la música; no quiero estar amargado, quédate con tu radio nuevo y que sea el, él aburrido yo aquí ahora soy más feliz.

El anciano aún sorprendido, llamó a su hija para contarle lo sucedido y con pena le admitió que sí saco de la casa su viejo radio; era solo por ella. La hija conmovida abrazó al padre y juntos bailaron esa hermosa melodía que aún sonaba.

Ella volvió al pueblo; pero regresaba cada fin de mes a estar con su padre. El nuevo radio se quedó en la sala, pero ahora el viejo Orestes solo quería estar en la parte trasera de su casa, sembrando flores, alimentando a las gallinas; y por supuesto escuchando a su siempre querido radio, que ahora ¡sí podía cantar!


Moraleja: Tanto las personas como las cosas tienen un valor especial, debes saber cosecharlo y descubrirlo.


Autora
Raquel Cabrera

jueves, 3 de septiembre de 2009

Rompe tu cadena de dolor...


Hace algún tiempo recibí por mail una información sobre le mejoramiento de las relaciones interfamiliares; el titulo: “Toca el Futuro; aprendizaje de las relaciones óptimas para niños y adultos”.
Era un archivo bastante denso el cual sustentaba un sólido estudio sobre la importancia del vinculo madre-hijo para el desarrollo cerebral y emocional óptimo de los niños. Incluía información de cómo habían conspirado contra esto las modernas prácticas obstétricas a la falta de vínculo madre-bebé, a la falta de amamantamiento por la madre, los modernos servicios de guardería conjuntamente con la violencia que aparece en los medios masivos habría de generar una epidemia de agresividad, depresión, violencia y tendencias suicidas en los niños.

Aunque me sorprendió mucho de lo que allí leí, no estaba ajena a algunos conceptos que se citaban y de hecho estaba de acuerdo con muchas de las teorías; pero de todos modos se activó en mí un sentimiento de culpa materna muy antigua, profunda como abismo.
Me paralicé y decidí no continuar la lectura, abrumada pensando que no había hecho bastante por mis hijas. Me sentí culpable por haber tenido que recurrir a las salas de tareas para dejar a mi pequeña a falta de un cuidado doméstico, me sentí culpable por haber desarrollado una profesión y una familia y romperme en 20 para ser compatible con las dos. Me sentí culpable por no haber llevado a mis hijas junto a mi cuerpo todo el primer año de vida para poder salir a trabajar. Sumida en ese abismo de culpa materna, me cegué ante todo lo bueno que había hecho.

Me pregunté entonces, ¿Qué me pasa?, ¿Por qué me siento tan mal conmigo misma como madre, si sé a todas luces que he sido como pocas; sacrificada, siempre presente en todas y cada una de sus necesidades?
Y fue entonces cuando hice la conexión. No me gustaba la reacción que mi hija PRE adolescente está asumiendo ante muchas cosas, pero en lugar de dejarla entender que es responsable de sus acciones y lo será siempre en el futuro, suponía que todo sucedía por mi culpa, un reflejo de mis propias acciones y tal vez una manifestación de carencias que estaban emergiendo por mis faltas como madre.

Culpar a nuestra madre por sus defectos (y por consiguiente los nuestros) ó sentirnos culpables por nuestros fallos como madres, son maneras seguras de continuar con la modalidad de víctimas como mujeres, un estado que nos aleja de nuestro poder personal y nos predispone para la enfermedad y los fracasos.
Aunque es debido ser sinceras con nosotras mismas acerca de nuestra infancia, aunque hemos de reconocer en que no hemos acertado, no nos sirve de nada continuar estancadas en el sentimiento de culpa, y no solo por lo que creemos que no hacemos, sino también por lo que entendemos que no recibimos como hijas (como entiendo es mi caso).
En lugar de eso, tenemos que aprender a continuar nuestro camino consciente, con los ojos y el corazón abiertos. Al margen de cómo nos amó o crío nuestra madre y finalmente debemos interiorizar y aprender las habilidades necesarias para amarnos y cuidarnos del mejor modo.

Si tienes una hija, el trabajo que hagas para hacer las paces con tu madre y tu historia relativa a su atención y cuidados será el mejor legado de salud y curación que puedas transmitirle. Y si no tienes hijas o no piensas tenerla, debes saber que, sanando tu relación con el modo en que fuiste criada y sustentada por tu madre, serás para los hombres y mujeres de todas partes una rareza: una mujer sana que ha hecho las paces con su pasado y desea con ilusión crear para sí un futuro mucho mejor. En mis propias palabras: ¡Una verdadera Princesa!

miércoles, 5 de agosto de 2009

El último sapo....


Hace un tiempo mi esposo fue una de las tantas victimas de dengue que en nuestro país cada año hace estragos, de manera viral; pero circundando en epidemia.
Con el pobre muy afiebrado y casi sin control de su cuerpo, salimos del doctor inmediatamente al laboratorio clínico, pues las pruebas se requerían de emergencia para determinar el tratamiento a seguir. Durante la larga espera de nuestro número para pasar, mi esposo que en condiciones de salud normales ronca como oso, fue dejando caer su cuerpo sobre mi hombro, y aunque me preocupaba el que dirán de los demás pacientes, no podía competir con la ternura y tristeza que me despertaba su frágil estado.

Cuando después de pasar ya mas de 1 hora, los demás pacientes solidarios ante la fiebre y el malestar de mi esposo, me autorizaban a tomar el siguiente turno de la sala pues aunque faltaba mucho para el nuestro, no había nadie mas grave que el esperando, y fue cuando fui directo a la cajera a explicarle lo que estaba sucediendo y de lo urgente que eran esos resultados. Ella con vos grave y sin mirarme al rostro al menos, levanta los ojos y ve hacia los asientos, y me dice: ¿ese es su esposo, el que no ha parado de roncar?
Yo, solo observo compungida su encorvado cuerpo por el frío de la sala, y veo sus mejillas cada vez enrojecer más por las altas temperaturas, y entiendo que no es el momento adecuado para hacerle saber de su gran fuerza física, sobre las horas que dedica en casa a reparar las cosas solo para ahorrarnos el pago de un especialista, de como se decidió después de tantos años a romper el tabú y volver a estudiar para perfeccionar su trabajo. Sé que no era el momento propicio para explicarle de cómo salió de su natal Argentina con un sueño que se convirtió en su peor pesadilla, y que juntos después de mucho dolor y llanto, construimos un nuevo comienzo para todos. No sé como explicarle la curiosa contradicción de sus que haceres domésticos, pues es masajista, filósofo, mecánico, y gran amigo. La cajera jamás entendería que por no admitir que no sabía cocinar un día me encontró enferma y preparó la mejor sopa de plátanos, pan y carne que alguien haya inventado jamás. Yo lo comprendía por que sé que es sumamente orgulloso y era mejor crear una receta a aceptar que jamás había hecho una. No entendería de cuanto le extraño cuando apenas se va, y más aún cuando estamos enojados. Que los domingos que tiene libres se levanta a hacerme el café y llevármelo a la cama tratando de retribuir todo el esfuerzo cotidiano que deposito en nuestro hogar. Ella no sabe lo eufórica que estoy, sentada aquí, pensando que tengo tanto que perder; mi ancla, mi amor, y que solo pienso en la salud y en la enfermedad que debe unirnos y que nos mantiene atados. Pero lo único que pude decirle es: si, ese es mi esposo!.

lunes, 27 de julio de 2009

El hombre, el Padre, el Compañero...



Haciendo debut de mis primeras dolencias amorosas, lloraba escondida en mi habitación. Con más miedo que verguenza, observé que mi padre se acercó y me preguntó el motivo de tanta tristeza. Le expliqué muy vagamente pues no queria parecer muy evidente de que a mi primera intención de una relación seria ya me habian traicionado, pero hubo una frase tan especial que dijo mi padre esa tarde, que hasta el día de hoy, la recuerdo llena de fuerza...

Mi padre acariciándome la cabeza dijo: "Hija mía, enamórate de un Gran Hombre y no volverás a llorar..." me pregunté tantas veces, cuál era la fórmula exacta para encontrar a ese gran hombre y no dejarme vencer por las pequeñeces...
Al cabo de unos años tomé una dicisión que ahora no me parece ni buena ni mala, sólo que ese no era el "gran hombre" que buscaba, y terminé en una separación física y emocional muy tormentosa a mi muy temprana edad.

Seguí buscando pues mi meta era clara, y al cabo del tiempo fui advirtiendo que si tan solo todos los hombres lucháran por ser grandes de espíritu, grandes de alma y grandes de corazón... ¡el mundo sería completamente distinto!.

Aprendí que un Gran Hombre no es aquel que compra todo lo que desea, pues hay tantos que compran hasta el cariño y el respeto de quienes los rodean.

Mi padre me decía: "No busques a un hombre que solo hable de sí mismo, sin preocuparse por ti... Ni a aquel que se pase las horas halagando sus propios logros... No te aferres a un hombre que te critique y te diga lo mal que te ves... o lo mucho que deberías cambiar...


¿Para qué quieres a un hombre que te abandonará si no cambias, por un cabello más claro?, ¿Por unos ojos de otro color? ¿o por un cuerpo más esbelto, si no supo admirar la verdadera belleza que hay en ti?".

Cuantas veces lo sentí preocupado por mi vida como adulta y decirme cosas que paradójicamente a él no le habian tocado recibir en esta vida, por parte de una mujer. Haciendo a un lado a quienes realmente le entregaban su sinceridad e integridad ha sucumbido a la superficialidad y me costó mucho más trabajo comprender que GRAN HOMBRE no es el que llega más alto, ni el que tiene más dinero, casa, carro, ni el que vive rodeado de mujeres, ni mucho menos el más guapo. Un verdadero y gran hombre es aquel ser humano lleno de transparencia, que no oculta sus verdaderos sentimientos ni se refugia en vicios y cortinas de humo, es el que abre su corazón sin rechazar la realidad, es quien admira a una mujer por sus cimientos morales y grandeza interior. Un Gran Hombre, es el que camina de frente, sin bajar la mirada, es aquel que no miente y sabe llorar su dolor...

Hoy estoy felizmente casada, y ese Gran Hombre con quien me casé no es ni el más popular, ni el más perseguido, ni el más solicitado, ni mucho menos el más adinerado. Ese Gran Hombre es quien simplemente me acogió en la grandeza de mi ser, es quien me hace sonreír por lo mucho que hemos conseguido juntos, por todas sus ocurrencias, por cada recuerdo que estamos atesorando y por la alegría de compartir dos hijas que llenan nuestras vidas. Ese Gran Hombre, me ama tanto que no se cansa de besar mis manos,de tocarme, de mirarme. Me quiere por lo que soy y por lo que somos cuando estamos juntos... Y al cabo del tiempo a mi padre no le tocó la misma suerte de encontrar esa gran compañera; pero le agradezco tanto su energia depositada para mostrarme el camino que hoy lo regocija, sabiéndome feliz y segura en los brazos de ese "Gran Hombre"

A esos dos grandes hombres de mi vida: "Feliz dia del padre"!

miércoles, 22 de julio de 2009

Hanna Montana Mania!

Debo adminitir que como madre me he visto obligada a sumergirme en el mundo de los intereses de mis hijas, en especial el de los idolos y figuras a seguir hoy en dia. Y no es misterio para nadie que Miley Cyrus/Hanna Montana es un icono en esta materia. Ver sus episodios, comprar juguetes y hasta saberme la letra de las canciones me ha resultado algo sumamente reconfortante pues he vuelto a vivir un poco de lo que fue mi propia experiencia y a la vez saber que no todo es hueco. Como la letra de esta canción. Me gusta muchisimo, la cantamos hasta más no poder gracias a Radio Disney(valga la payola) asi que aca el video promo.

lunes, 20 de julio de 2009

"Las cosas de mis Princesitas"


Frases dichas por mis niñas, y como se olvida tanto en el transcurso agitado de la vida. Las anoto para que no se me pierdan en el pasado, y sirvan para alegrarme el presente.

Historia.
Con esta actividad busco atesorar las jocosidades e inspiraciones de mis cositas Paula y Alejandra (cosa 1 y cosa 2) como les decimos en casa papá y mamá; a lo largo de las diferentes etapas de su infancia. Habría sido encantador poder reunir impresiones de nuestras propias incidencias (adultos) y así poder comparar el origen de las vocaciones y afinidades de las niñas con relación a los progenitores. Fechas, anécdotas, sueños y hasta momentos de tristeza, se archivaran aquí, como testimonio de lo que es mi vida como madre al lado de estas interesantes y adorables criaturitas; Mis Hijas!!


La grúa del AMET
-Mientras conducía del trabajo a casa y vimos una grúa de barcos.
Le digo: mira Paula esa es una grúa para remolcar los barcos, que sale del muelle. Minutos más tarde, me pregunta: mami!, ¿ Esa es una grúa como los Ames que se lleva los barcos mal parqueados?
(Junio 28 del 2005)

Ya sé Leer
Con relación al diploma simbólico que dan en los actos de graduación.
-Pero mami, si ya yo sé leer ¿por qué me dan un diploma que no dice nada?
(Junio 15 del 2005)

La Zanahoria Mamey
Le explicaba a pulí la importancia de comer zanahorias, lo saludable que es para la vista.
-La zanahoria es buena para la vista, hay que comerla para que siempre puedas ver bien.
Paula pregunta: ¿Y voy a ver todo mamey?
(Un día con 4 años)

Diosito, diosito
Hablábamos de viajes y paseos y Paula me pedía irnos de viaje; le contestaba que en ese momento no nos era posible, pero que sí Dios quería nos íbamos muy pronto. Así se repitió la conversación varios días más, y yo le contestaba lo mismo. Hasta que ese ultimo día me dijo.
-Pero ven acá, y diosito no dizque que me quiere y es muy bueno, pero el nunca quiere que yo me vaya de viaje!
(Otro día con 4)

El perro rebajado
Un día y esta vez ya con 6 saliendo de la clase de ballet nos paramos en una tienda de mascotas de un amigo de mucho tiempo, las niñas estaban locas por un perrito y decidí bajarme para ponderarlo en el presupuesto. El amigo no estaba, y preferí dejarle el recado con su asistente y volver cuando el estuviera así me daba una buena rebaja. Al salir Paula pregunta: ¿No vamos a llevarnos el perrito mami?, le digo que es mejor esperar ver a Pablo por que el nos puede rebajar el perrito!, ella me dice : NO! no lo rebajen el está bien así, ya es chiquito, no lo quiero mas chiquito de ahí!

Hablará Argentinan mami?

Estando embarazada de Alejandra, ya Paula se preocupaba considerablemente por las condiciones y cualidades que tendría su hermanita al nacer, y una de las cosas que le preocupaba era el asunto de la nacionalidad, puesto que mi esposo Marcelo es Argentino y ella entendía que los padres dan a sus hijos la nacionalidad propia solo por el hecho de nacer de ellos. Por tanto le explicaba a Paula que Ale seria Dominicana por que nacería en nuestro país, aunque su padre sea Argentino, pero ella no se sentía segura de la respuesta. Y un día como tratando de quedar bien y satisfecha con la idea de una hermana extranjera, atinó a preguntarme; pero mami,…. Ale aunque sea va a hablar Argentinan verdá?
(Un día de tantos)

Sé Cantar bien!
Paula, después de ser sometida al casting de la obra teatral de su escuela para fin de año, y no ser seleccionada para Un Cuento de Navidad, me dice:
-Yo sé cantar, pero no de ópera. Sé cantar bien.Por eso no me escogieron, pero que me pongan una de lo joná que esa si me la sé!

jueves, 18 de junio de 2009

La Valentia de ser Mujeres

!Mi Primer artículo publicado en un periódico de circulación Nacional!


La mujer es sin duda el ser más enigmático de entre todos los existentes. Se les inculcó desde el inicio de la historia que la condición de “compañeras” nos dejaba supeditadas a los lineamientos trazados por el hombre. Se nos enseñó el amor maternal y a albergar sueños solo alcanzables con la realización familiar.
Sin duda en la actualidad somos protagonistas de grandes cambios y emprendimientos difíciles de asimilar para la generación de nuestros padres y ni hablemos de la de nuestros abuelos; sin embargo creo que ha sido mucho mas complicado para nosotras la generación del cambio.
Hemos sido parte de una transición que arroja porcentajes elevadísimos en cuanto a la participación laboral, social y académica de nuestras sociedades, sin dejar a un lado las ya preestablecidas en nuestra condición de madre, ama de casa y compañera inquebrantable.
Los avances son evidentes, y esa palabra tan maltratada llamada feminismo ya no es una descripción; el sacrificio a sentado verdaderos precedentes y la mujer ha conseguido un lugar en el mundo. Solo nos queda esperar un mañana donde los puños opresores sean ajusticiados y las cándidas sonrisas vuelvan a florecer.
Tengo fe, sé que llegará!



Raquel Cabrera Acosta

miércoles, 17 de junio de 2009

Desempacando



Me animé!

Hace tiempo que el gusanillo del blogeo me habia picado, y no me atrevia. Tentada por los mil proyectos, las vivencias y el deseo de perpetuar cada imagen o pensamiento se debatia entre lo cursi y poco práctico, hasta la critica más sensurable. En fin que me dije : Si! y por que no.

Asi que a partir de ahora construiré "mi cuarto", el mismo donde pequeña diseñé tantas vidas, soñé tantos finales felices; como cada niña supongo. Aquel cuarto rosa que un dia mi padre pintó, el mismo que me vió salir vestida de novia, y el mismo al que nunca volvi, por lo menos no fisicamente. Ese es el cuarto de la Princesa, donde tan seguras nos sentimos, donde las paredes podian ser escenario de tantas cosas nuestras, intimas, bellas ... tesoros. Ahora lo pintaré de vivencias y de proyectos nuevos, de hijas (las princesitas), de mis accesorios y de mi tan anhelado espacio para escribir y por que no, seguir diseñandome la vida a través ahora de otra mirada. Asi que ...desempaqué!!