lunes, 11 de enero de 2010

Ni tan santa, Ni tan Princesa...

                  Para reír y analizar.

Soy una mujer libre!

No tengo suegra. Una vez la tuve. Dichoso momento el que viví.

No me mal interpreten, en sentido general, creo que sí existen algunas casos inverisímiles de buenas suegras que ocupan el lugar de excepción en la cadena de generalidades. Pero mi primera experiencia me dejó vasto conocimiento y teorías que hoy quiero compartir con mis seguidoras. Uno nunca sabe, siempre hay un alma solitaria suplicando por misericordia.
Estas son las claves que se pueden seguir para mantener una relación con la suegra lo más cordial que se pueda :

- Escuchar con atención sus comentarios, no sea que usted se pierda de cualquier dato que pueda ser usado más tarde en su contra.
- Intentar salir con ella alguna vez a la semana a un sitio que le guste, y procure dejar evidencia o tener algún testigo, no sea que se le acuse de dejarla sola o llevarla a lugares inhóspitos para una mujer mayor!
- Consultarla sobre algo que haga bien le hará sentir importante y valorada. Siempre y cuando no tenga nada que ver con cocinar, limpiar o atenderle al hijo.
- Hay que procurar tener presente sus fechas importantes. Su cumpleaños, aniversario, santo o algún acontecimiento que ella siempre se encargue de destacar. No importa cuantas veces le regale o lo costoso del mismo, usted nunca dará en el blanco.
- Siempre que exista algo que no le guste de ella, lo mejor es callárselo. Si usted manifiesta alguna expresión de disgusto ante su conducta está en peligro de ser víctima de cualquier atentado con premeditación y alevosía.
- Cuando se está molesta, lo mejor es alejarse y no discutir. La paciencia y tolerancia son claves y no siempre afloran al unísono cuando se les necesita. Alejarse de objetos contundentes es de vital importancia en casos como estos.

Hay relaciones que se tornan demasiado conflictivas y no hay consejo que valga. Para las situaciones límites, donde existen inconvenientes que han lastimado mucho la relación, hay que mantener la calma en todo momento si usted quiere conservar a su pareja y si hay hijos pequeños de por medio mucho más, ya que con el cuento de la abuela abnegada, en la mayoría de las ocasiones no podrá escaparse de dicho maleficio.

“Hay personas incompatibles y que no pueden llevarse bien sea por el motivo que sea, por resentimiento o porque se lastiman cada vez que se ven. Lo más sano es que logren comportarse educadamente cada vez que deban verse. De instrucción especial lo mejor seria no hacerlo”

Si la relación que se mantiene con la suegra es realmente muy mala , tiene dos caminos : no tener ningún tipo de relación ni forzar encuentros ni intentar ya lo que no ha funcionado; si quiere conservar a su media guayaba ó cambiarse el nombre y mudarse a Islas Vírgenes, puesto que mientras usted coma del pan del hijo, tendrá que cargar con dicho parentesco.


Nota de la escritora: Soy una mujer felizmente casada, la madre de mi segundo esposo murió hace 13 años. No tuvo el honor de conocerme.

Doña Ana, paz a sus restos!

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